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Andrea Doria

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Andrea Doria
Información personal
Nacimiento 30 de noviembre de 1466jul. Ver y modificar los datos en Wikidata
Oneglia (Italia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 25 de noviembre de 1560jul. Ver y modificar los datos en Wikidata (93 años)
Génova (República de Génova) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura San Matteo Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Familia Casa Doria Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Peretta Usodimare Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Condottiero, político, soldado y almirante Ver y modificar los datos en Wikidata
Área Política y militar Ver y modificar los datos en Wikidata
Lealtad República de Génova Ver y modificar los datos en Wikidata
Rango militar
Conflictos Guerra de la Liga de Cognac Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones
  • Caballero de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén
  • Caballero de la Orden del Toisón de Oro Ver y modificar los datos en Wikidata
Firma

Andrea Doria (Oneglia, 30 de noviembre de 1466-Génova, 25 de noviembre de 1560) fue un almirante y hombre de Estado genovés, que en 1528 pasó del servicio del rey Francisco I de Francia al de Carlos I de España.[1]

El apoyo de su marina dio al rey Carlos I de España y V de un costoso y ligero predominio en el Mediterráneo occidental frente a franceses, turcos y berberiscos. Sus galeras realizaron la empresa de Sitio de Corone (1532) y ayudaron en la Jornada de Túnez (1535) y en la Jornada de Argel (1541). En 1531, Carlos le concedió el título de príncipe de Melfi.

Biografía

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Formación

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A los diecisiete años de edad, Andrea Doria quedó huérfano y dejó Oneglia para instalarse en Génova. En 1484 se trasladó a Roma donde su tío Nicola Doria era capitán de la guardia del papa Inocencio VIII, ingresando como hombre de armas en la guardia pontificia.

A la muerte del papa, y al ser proclamado papa Alejandro VI (el papa Borgia), Doria se dirigió a Urbino y entró al servicio del duque de Urbino. Como capitán de sus tropas, participó en la campaña contra Milán.

Peregrinó a Tierra Santa, donde entró en la Orden de San Juan de Jerusalén.

Al servicio de Francia

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Regresó a Italia, entrando al servicio de Juan de la Rovere, para proteger las plazas napolitanas conquistadas por los franceses, hegemones de Génova. Defendió con arrojo la plaza de Rocaguillermina ante los ataques del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba. La plaza cayó, sin embargo, tras lo que Córdoba intentó atraer a Doria al servicio de España, pero éste rechazó la oferta por el momento. Doria siguió apoyando a los franceses y mantuvo enfrentamientos con César Borgia, que intentó recuperar por su cuenta las plazas francesas de Italia.

En 1507 obtuvo el comando de las tropas genovesas que estaban sofocando una revuelta en Córcega. Después de una larga campaña, consiguió derrotar a los revoltosos.[2]

En 1512, después de la batalla de Rávena, Génova se volvió contra los franceses tras el ascenso del partido de Gian Fregoso. Con 46 años de edad, Doria fue nombrado almirante de la flota genovesa, que reorganizó a pesar de su relativa falta de experiencia naval hasta el momento, y tuvo sus primeros enfrentamientos exitosos con los franceses. Éstos mantenían una guarnición en la fortaleza de la Briglia a la entrada del puerto de Génova que tenían a tiro de sus cañones. Doria tomó y destruyó la fortaleza.[3]​ A pesar de sus esfuerzos, los franceses volvieron a hacerse con el control de Génova, debiendo Doria refugiarse por mar en La Spezia, pero la victoria suiza en Novara contra los franceses les permitió remontar. Doria entonces apoyó la subida del siguiente dogo, Ottaviano Fregoso, en 1514.

La nueva libertad genovesa fue igualmente breve, ya que en 1515 los franceses de Francisco I vencieron a los suizos en Marignano, por lo que Ottaviano Fregoso se vio obligado a entregarles Génova. Durante este tiempo, Doria actuó extensamente contra la flota otomana y los piratas berberiscos. Ya se había enfrentado anteriormente a una flota turca en 1513, apresando dos galeazas y cuatro bergantines, y en 1519 venció y capturó al almirante Caid Ali (llamado Godoli en las fuentes italianas) en Pianosa, al coste de la muerte de su sobrino Lazzarino Doria.

El 30 de mayo de 1522, Prospero Colonna y Fernando de Ávalos tomaron Génova para el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio. Doria y doce galeras se hicieron a la mar para escapar de los imperiales, y tras un intento fallido de reconquistar el puerto, se dirigieron a Mónaco. Apoyó desde el mar las operaciones francesas de defensa de Marsella ante los ataques españoles, pero sus éxitos quedaron en nada cuando el mismo Francisco fue capturado por los españoles en la batalla de Pavía de 1525, poniendo fin a la guerra. Doria consideró emprender una operación para rescatarle, pero el mismo rey le disuadió, ya que había dado palabra de no tratar de escaparse.

Con la derrota francesa, Doria repudió al regente de Francia, Anne de Montmorency, y formó una flota mercenaria con la que se puso al servicio del papa Clemente VII. Su destino volvió a unirle a Francia, empero, una vez liberado Francisco I, con la creación de la Liga de Coñac en 1526, en la que Doria comandó a la flota aliada mientras Giovanni de Médicis hacía lo mismo en tierra. Hubo planes para que Doria conquistase Génova, todavía fuera del control de la liga, pero nunca se llevaron a cabo. Antes bien, con la muerte de Giovanni de un cañonazo y la conquista y saqueo de Roma por las tropas imperiales, Francisco y Clemente hubieron de reducir sus asporaciones.

Al expirar el contrato con el Papa, Doria trasladó sus servicios al rey Francisco, y en 1528, la flota genovesa obtuvo una ardua pero monumental victoria sobre la española de Hugo de Moncada en Capo d'Orso. Sin embargo, pronto comenzaron desavenencias entre genoveses y franceses, azuzadas por el comandante español Alfonso de Ávalos, que había caído prisionero en la batalla y aprovechó para intentar seducir a Doria para la causa hispana. El rey de Francia debía mucho dinero a Doria y en la corte francesa se amontonaban las intrigas políticas en su contra, amén de que Francisco I había preferido dar el mando de sus flotas a un francés, François de la Rochefoucault, en lugar de al veterano almirante. Francisco exigió a los genoveses la entrega de Ávalos y Ascanio Colonna, aún prisioneros de Andrea pero con los que éste empezaba a mantener excelentes relaciones, por lo que se topó con una negativa.

Alfonso puso a Doria en contacto con el emperador, quien ofreció al genovés jugosas garantías en caso de cambiar de bando. La alianza con el imperio hispano-germánico parecía natural: mientras que Francia lindaba geográficamente con Génova y amenazaba con convertir en cualquier momento su amistad en subyugación, ninguna de las propiedades de Carlos era vecina de los genoveses, y su gran red naval y comercial en el Mediterráneo y el Atlántico prometía beneficios para los marinos y banqueros de la ciudad estado. Finalmente, Doria abandonó la órbita francesa y pasó al servicio de Carlos, del que nunca se separó.

Al servicio de España

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Andrea Doria caracterizado como el dios Neptuno, en un retrato de Agnolo Bronzino (Milán, Pinacoteca de Brera).

Su primera acción al servicio de España fue dirigirse a Nápoles, asediada por los franceses, ayudando a levantar el sitio que antes había contribuido a tender. Después liberó Génova, que había sido ocupada de nuevo por los franceses. Los genoveses quisieron hacerle su dux, pero no aceptó el nombramiento para no mantenerse enredado en futuras rencillas política, aceptando en cambio el título de Padre de la Patria y participando entre bambalinas en profundas reformas constitucionales. Carlos I le nombró almirante mayor y gran canciller del Reino, príncipe de Melfi y marqués de Tursi, y en 1530 le concedió el collar del Toisón de Oro. Doria además estableció la soberanía local de Génova e hizo construir fortificaciones de mano del ingeniero Giovanni Maria Olgiati para protegerse de Francia.

Las acciones contra los otomanos ocuparon gran parte de su tiempo desde el fin de la guerra con los franceses. En 1532, una armada hispano-genovesa dirigida por Andrea arrasó las costas del Mar Egeo, llegando hasta los mismos Dardanelos turcos, y posteriormente atacó la costa del Peloponeso, apoderándose de Corone y Patras. Durante este tiempo emergería el gran rival de Doria, Jeireddín Barbarroja, quien lanzaría sus propias ofensivas desde Argel y Túnez. En 1535, compartiendo el mando naval con Álvaro de Bazán el Viejo, Andrea participó en la Jornada de Túnez de Carlos I para tomar esta plaza, teniendo éxito pero fallando en arrestar a Barbarroja, que logró así escapar para volver a la carga el año próximo contra las Baleares. Carlos pretendía continuar la campaña tomando Argel, pero el clima lo hizo imposible.

En medio de un clima agitado entre las naciones itálicas, causado por la muerte de Francisco I Sforza y la disputa entre Francisco y Carlos por la consiguiente sucesión del Milanesado, los contactos de Doria fueron vitales para asegurar a Carlos la amistad de los Médici de Florencia, favoreciendo el ascenso de Cosme I.

En 1537, Doria se encontró cerca de la isla de Naxos con doce galeras turcas mandadas por Alí Tschalebi, apresándolas, aunque retirándose al averiguar que Barbarroja le estaba buscando a su vez con cien naves. Por estas fechas, una gran alianza cristiana promovida por el Papa Paulo III puso a Andrea al mando de 80 galeras venecianas, 36 pontificias, 30 españolas y 50 naos, por lo que el almirante regresó para buscar el encuentro. La victoria cristiana parecía asegurada al interceptar a Barbarroja en el canal de Corinto, pero las rencillas políticas, junto con una atípica mala gestión doriana, causaron la derrota de la alianza en la batalla de Préveza. Las acciones del almirante, que fueron objeto de grandes críticas por parte del Papa y los venecianos, podrían haber obedecido a la renuencia de España y Génova de comprometer sus naves por la seguridad de la voluble Venecia, principal actor de la zona.

Para resarcirse de la derrota, tomó Castelnuovo, siendo otra causa de enfrentamiento con Venecia al desear ambos esta plaza. En 1540, su sobrino Giannettino Doria obtuvo un gran éxito en Girolata al capturar, si no a Barbarroja, sí a su lugarteniente Dragut o Turgut Reis, a quien Andrea tendría como galeote de su navío personal durante cuatro años. Se dice que Doria dio a su gato el nombre de "Dragut".

El año siguiente, Carlos I les reclutó para tratar de colar un nuevo golpe a Barbarroja lanzando la Jornada de Argel, aunque de nuevo en un mal momento, ya que era pleno otoño. Doria trató de advertirle de que las condiciones climáticas no eran propicias, pero el emperador no le escuchó, y sólo a regañadientes Doria se puso al mando de su flota para tratar de salvar la situación como mejor pudiera. El resultado fue un desastre, con la flota imperial siendo arruinada por un temporal, aunque Andrea y Giannettino lograron asegurar su retirada.

En 1542, los franceses atacaron Niza, y Doria les obligó a retirarse apresándoles cuatro barcos. Ahora Francisco I estaba aliado con los turcos, y en mayo de 1543 volvió a salir de campaña Jeireddín Barbarroja, con 110 galeras, atacando Reggio y apresando a la hija del gobernador. En Marsella se unió a las galeras francesas, tomando el mando el conde de Enghien, Francisco de Borbón, y onquistaron y saquearon Niza, salvo el castillo. Doria acudió desde España, desembarcó en Villefranche a las tropas de infantería españolas de Alfonso de Ávalos, que recuperaron Niza, e hizo huir a la flota franco-turca hacia Antibes.

Al año siguiente, en 1544, Doria concedió la libertad a Turgut Reis a cambio de un rico rescate de 3000 ducados pagado por Barbarroja, para gran escándalo y preocupación de la cristiandad. El almirante genovés aconsejó entonces a Alfonso de Ávalos no buscar el combate directo contra los franceses, pero éste, a causa del deterioro de las relaciones, ignoró su consejo, y de nuevo esto sobrevino en un desastre, esta vez en la batalla de Cerisoles. Doria ayudó entonces a impedir que los franceses aprovecharan el lance, atacando las posiciones francesas en la costa.[4]

Después de la Paz de Crepy entre Carlos y Francisco, el ya septagenario Doria se replegó a los asuntos de Génova, pero la tranquilidad no duró muchos años. En 1547 Andrea y Giannettino sufrieron un atentado que terminó con la muerte del segundo y casi costó la vida al primero.[5]​ La conjura había sido liderada por los Fieschi, familia noble opuesta a los Doria, y en la que había participado Pedro Luis Farnesio (abuelo de Alejandro Farnesio), que fue asesinado por orden de Andrea Doria.[6]​ Ante las intrigas políticas genovesas, Carlos propuso construir en Génova una fortaleza guarnecida por españoles, pero Doria optó por nuevas reformas políticas, para no comprometer la independencia de su estado.

En 1548, ya con 80 años, pasó con sus naves a la bahía de Rosas, donde embarcó el príncipe don Felipe, que le acompañó a Italia y se alojó en su palacio de Génova.

Aunque Barbarroja se había retirado en 1545, Turgut y los piratas berberiscos seguían siendo un problema, por lo que el anciano Doria se puso personalmente de nuevo al mando de las naves genovesas en 1550, participando en la toma de Mahdía, que Turgut había recientemente capturado y convertido en su base. En la ciudadela mora fue capturado Hesar, un sobrino del turco. Doria reforzó la guarnicion cristiana de Mahdía al año próximo, y seguidamente persiguió a Turgut hasta Los Gelves, atrapando al corsario con pocas naves en una ensenada, pero de nuevo Turgut logró escapar, pasando sus galeras por tierra sobre rampas ensebadas. En última instancia, Mahdía fue demolida y abandonada por los cristianos al considerarla demasiado difícil de defender.

A esto le siguió una nueva guerra con Francia, ahora liderada por Enrique II, y una nueva alianza de este reino con el imperio otomano, necesitando que en 1552 Doria llevara de España a Italia a 6000 hombres y un millón de ducados, necesarios para la guerra en Italia. Después, acudió a socorrer a Nápoles y Sicilia, atacados por los turcos. Doria volvió a encontrarse fatídicamente frente a Turgut en la batalla de Ponza, comandando sólo sus 40 galeras genovesas contra las 120 de la armada francoturca, y se vio obligado a retirarse después de perder siete barcos, aunque consiguió salvar el resto y desembarcar tropas de refuerzo para Nápoles y Orbetello.

Una revolución antigenovesa explotó en Córcega de manos de los francoturcos en 1553. Demasiado ocupado con el resto de la guerra, Doria inicialmente se mantuvo al margen, ya que la isla estaba en propiedad del Banco de San Giorgio, pero terminó por combatir allí, tratando de ahogar la rebelión durante dos años antes de volver a Génova. Aunque las revueltas no terminarían hasta 1567, la campaña en sí terminó con el tratado de Paz de Cateau-Cambrésis en 1559, ya que el éxito de los españoles en las batallas terrestres de San Quintín y Gravelinas forzó a los franceses a pedir la paz. Ésta fue firmada por el nuevo rey Felipe II de España, que había sucedido a Carlos tres años antes.

En 1560 se preparó una nueva expedición contra los otomanos, pretendiendo arrebatar Trípoli de manos de Turgut y Pialí Bajá. Aunque de nuevo se había elegido torpemente el invierno para atacar, un Doria ya superando los noventa años se ocupó de la organización, haciendo partir en su nombre a Juan Andrea Doria, hijo del difunto heredero predilecto Giannettino. La expedición, mal guiada por líderes en litigio y diezmada por una previsible tempestad, no llegó a Trípoli y debió hacerse fuerte en los Gelves, donde fue asediada por la armada turca. La consiguiente batalla de Los Gelves supuso una derrota total, de la que Juan Andrea escapó por poco y con no poca controversia por su papel.[7]

Muerte

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Andrea Doria murió el 25 de noviembre de 1560. Recibió sepultura en la iglesia de San Matteo de Génova. No dejó hijos y su herencia pasó a Juan Andrea, quien acababa de regresar de la derrota de los Gelves mientras agonizaba Andrea; el almirante pudo fallecer al menos tranquilo por el hecho de que su heredero estaba a salvo. Se cuenta que había redactado su testamento en lengua ligur.[8]

Véase también

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Referencias

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  1. «Biografia de Andrea Doria». www.biografiasyvidas.com. Consultado el 4 de agosto de 2022. 
  2. Grendi, Edoardo. «DORIA, Andrea in "Dizionario Biografico"». www.treccani.it (en italiano). Consultado el 5 de octubre de 2021. 
  3. Campodonico. Andrea Doria. p. 15, 30. 
  4. Carlos Mendoza Álvarez, Andrea Doria
  5. Grendi, Edoardo. «DORIA, Andrea in "Dizionario Biografico"». www.treccani.it (en italiano). Consultado el 5 de octubre de 2021. 
  6. Campodonico. Andrea Doria. p. 91-97. 
  7. Lingua, Paolo. Andrea Doria. p. 125-127. 
  8. Campodonico. Andrea Doria. p. 160. 

Bibliografía

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